Ana María Lajusticia, la gurú del magnesio: «Sólo he ido una vez al médico en 40 años»




Ana María Lajusticia/

Ana María Lajusticia

Tiene 93 años y una vitalidad abrumadora. Licenciada en Químicas, su mala salud le llevó a descubrir las propiedades del magnesio. Hoy es dueña de una empresa que distribuye suplementos alimenticios por toda España y que tiene una legión de fieles

Ana María Lajusticia, la química española pionera en investigación nutricional, nació en Bilbao hace 93 años. Estudió Química en Madrid, aconsejada por su abuela.”Mi abuela me dijo, si estudias ciencias solo puedes ser profesora; si estudias Química puedes ser profesora, pero también puedes trabajar en la industria”.

Como vaticinó su abuela, Ana María terminó trabajando en la industria y creando un negocio de distribución de productos dietéticos en torno al magnesio que le ha granjeado al apellido Lajusticia reconocido prestigio.

Empezó la universidad en el año 47, cuando apenas había mujeres en las aulas. “No recuerdo que tuviera ningún problema”. Desde pequeña, ya tenía curiosidad por la ciencia fomentada por su padre, que empezó a enseñarle matemáticas desde muy pronto. Terminó la carrera con éxito y se fue a Bilbao a trabajar en la industria química, en una empresa de fabricación de ácido clorhídrico. Allí conoció a su marido, un payés catalán con quien tuvo seis hijos.

Vital y dicharachera, esta nonagenaria habla de fórmulas, elementos, compuestos y reacciones químicas con lucidez y pasión. Experta y máxima defensora del magnesio, posee conocimientos en agricultura, geología y nutrición humana.

Usted fue pionera en investigación nutricional, ¿cómo le interesó este campo?

Con 43 años me diagnosticaron diabetes y artrosis. Me asusté mucho, empecé a tomarme en serio la alimentación. Cuando era más joven, tenía muy mala salud, tuve anginas y muchos resfriados. Me faltaban proteínas y magnesio. Yo comía muchos hidratos y me saltaba comidas. Me dediqué a investigar para curarme. Lo que yo he hecho ha sido recoger toda la información que había previa y la he intentado unir y explicar. He explicado el papel del magnesio con rigor científico. Pero yo no he sido descubridora de nada. Yo he sido pionera en sacar el magnesio para consumo de la gente como suplementos.

¿Su mala salud le llevó a descubrir el magnesio?

Sí. En 1970, descubrí un libro del padre Puig, un jesuíta español. Se llamaba ‘Virtudes curativas del magnesio’. Yo pensé: ¡qué tontería!, parece que lo cura todo. A partir de leer ese libro, empecé a tomar magnesio. Tenía 49 años y padecía de artrosis, diabetes y además tenía forúnculos en la cara. Había hecho de todo, hasta en el médico me quemaron la cara con radiación ultravioleta. En un mes y medio se me quitaron los calambres, el cansancio y mi piel lucía mucho mejor.

Un mineral con muchas propiedades

¿Qué le decían los médicos entonces?

Cuando iba al doctor y le decía que había mejorado al usar el magnesio, prácticamente se reían de mí. Los médicos decían que la artrosis, es decir, el cartílago desgastado no se regenera jamás. Yo seguí tomando magnesio y se me quitaron los calambres. Dormía mucho mejor. A los tres años pude quitarme el corsé que llevaba desde hacía 21 años.

¿Cuáles son las principales propiedades del magnesio?

El magnesio interviene en todo, para que te hagas una idea, influye en 320 reacciones químicas. Por ejemplo, el trabajo mental, la formación de neurotransmisores, en la formación de tejidos cerebrales o neuromoduladores, en el restablecimiento del potencial de membrana de las neuronas, en la síntesis de proteínas, en la estabilidad de los ribosomas… Son muchas pero, en resumen, la relajación muscular, por lo tanto en el trabajo del corazón; en la síntesis de proteínas y en el trabajo mental.

¿Y del colágeno?

El colágeno es una proteína que forma los huesos, cartílagos, tendones y ligamentos, encías, paredes del tubo digestivo, córnea, en la piel, las uñas… Su función es reponer el desgaste de todo esto, porque el colágeno forma casi el 40% de la proteína total del cuerpo; además de en todo el esqueleto, abunda en muchos tejidos.

Soluciones a bajo coste

Si hay un producto con tantos beneficios, ¿por qué tiene tantos detractores?

Porque resuelve muchísimos problemas de una manera demasiado barata, según los laboratorios. Esto lo dice Burton Altura, profesor de Fisiología, Farmacología y Medicina de la Universidad Estatal de New York. Los laboratorios no quieren que se resuelvan problemas de una manera tan barata ya que existen medicamentos con los que ganan mucho dinero. Porque el magnesio es muy muy barato.

¿Qué provoca la falta de magnesio en el cuerpo?

Hay mucha reticencia a tener conocimiento de esto, parece que los médicos no lo quieren aceptar, pero la falta del magnesio provoca arritmias, transístole, taquicardias, fibrilación auricular y ventricular. Esto puede provocar una muerte súbita que es lo que está ocurriendo con los deportistas jóvenes.

¿Cree que la muerte súbita es provocada por la mala alimentación y la falta de magnesio?

Sin ninguna duda, en parte viene porque donde no hay ganado se abona la tierra con nitrógeno, fósforo y potasio de forma artificial y no se está restituyendo el magnesio que sacan las cosechas que son unos 20 kilos de óxido de magnesio por hectárea y año. Y ese óxido de magnesio, no se está restituyendo. Los alimentos que tomamos son mucho más pobres que antes.

Los alimentos han perdido propiedades

¿Cuándo se empezó a abonar de forma artificial?

Esto fue por una cuestión de ahorro, como casi siempre. La primera vez fue en Alemania en los años 20. Los alemanes fueron los que sintetizaron el amoniaco, lo disolvían en ácido sulfúrico. El primer abono químico que hubo en el mundo, lo fabricaron ellos. Es el conocido sulfato amónico.

¿La falta de magnesio se debe a que el proceso de abonado es químico y no natural?

Exacto, los abonos de ahora no devuelven al suelo el magnesio que este necesita y esto es fundamental para las cosechas. Esto unido al bajo pH del suelo, las bajas temperaturas, y los suelos con condiciones secas hace que tengamos un suelo más pobre.

¿Quiere decir que los alimentos de ahora tienen menos propiedades que antes?

Exacto, antes los mismos alimentos tenían mayor cantidad de magnesio que los que tomamos ahora debido a los procesos artificiales de abonado, la contaminación y a la sobreexplotación de la tierra.

¿Qué alimentos contienen mayor cantidad de magnesio de forma natural?

El alimento más rico en magnesio es el cacao. La gente lo toma como chocolate, pero este tiene triglicéridos, entonces no puedes decirle a la gente que se tome 200 gramos de chocolate al día. La soja, las almendras, las avellanas y las legumbres en general también son ricas en magnesio. Por eso yo saqué lo suplementos de magnesio. Hace 42 años que yo empecé con esto y ahora los laboratorios más famosos del mundo están produciendo algo que yo hice antes pero nadie me creía. Yo fui la pionera.

Cenar poco, un error

¿Qué opina de cenar poco?

Eso es un error, muchas señoras me dicen que cenan ligero, una fruta o un yogur. Unas por falta de tiempo otras por querer adelgazar. Yo les digo que esa cena es incompleta, le faltan proteínas. Si tomas mucha fruta y luego vas a dormir, ese azúcar puede producir subidas de triglicéridos y de colesterol. O sea, la glucosa que no quemamos con una actividad física produce subidas de colesterol. Lo recomendable es cenar verdura y pescado.

¿En qué consiste su trabajo ahora?

Mi trabajo es fácil, básicamente contesto correos que me mandan al despacho.

¿Quién va a continuar con el negocio?

Tengo una nieta que estudió nutrición y ya trabaja conmigo.

¿Cuál es la clave para llegar a su edad y mantenerse tan bien?

Se puede decir que he estado 40 años sin ir al médico. La clave es la alimentación. En resumen, comer proteínas en las tres comidas principales, empezando por un buen desayuno. No tomar exceso de hidratos de carbono, es decir, azúcares. Hay que quedarse con un poco de apetito después de comer, no hay que hincharse. Tomar vitamina C y en la cena siempre verdura y pescado. La fruta con moderación y tomar magnesio.




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